Como restaurante que somos, algo que nos gusta mucho es comer bien. Por esa razón y porque estamos de vacaciones, queremos haceros una selección de los mejores restaurantes en las costas españolas. Restaurantes con estrellas Michelín, de grandes cocineros, y con gastronomías increíbles.
¿Estáis preparados para este viaje culinario? 😉
Costa Brava
En las comarcas de Girona, la gastronomía ha tenido siempre un papel importante entre la población autóctona y la turística, gracias a la calidad de las materias primas de la tierra, al mar de esta zona y a la sabiduría de las cocineras y los cocineros del país. Ha sido, sin embargo, en las dos últimas décadas cuando la cocina catalana, y muy especialmente la gerundense, ha logrado su nivel más elevado y se ha convertido en un referente para la gastronomía universal.
El Celler de Can Roca de los hermanos Roca (Gerona)
Para muchos, El Celler de Can Roca, en Gerona, es el mejor restaurante del mundo. Y no es extraño si tenemos en cuenta que este restaurante familiar, de Joan, Jordi y Josep Roca, que ostenta tres estrellas Michelin, es punto de encuentro de gastrónomos de todo el mundo.
La cocina de vanguardia, la sencillez, la hospitalidad, la búsqueda de las emociones y el respeto a los orígenes caracteriza la cocina a tres bandas de Joan, Josep y Jordi Roca, cuyo trabajo conjunto en la parte salada, el vino y el mundo dulce, ha situado al restaurante de Girona en la cúspide española. Un lugar mágico donde la cocina, la bodega y la sala se integran en un todo armonioso y perfecto.
La carta varía según la temporada. En ella destacan platos como el parfait de pichón con naranja, avellanas y enebro, en otoño; la simbiosis de regaliz, trufa, remolacha y ceps, en invierno; la sopa de hierbas, caracoles y senderuelas, en primavera, y la velouté de crustáceos, hinojo, tomate y caviar, en verano.
Los postres de Jordi Roca son realmente originales, como la adaptación de un jardín mediterráneo o el Viaje a La Habana. Este último nos trasladará a Cuba por medio del paladar: envoltura de chocolate rellena de crema de helado de puro habano y helado de menta con bizcocho empapado con ron y zumo de lima.
Costa del Sol
Hablar de la gastronomía de la Costa del Sol es hablar de la dieta mediterránea, es hablar de pescado fresco y verduras y hortalizas de las huertas de la provincia. Pero en la Costa del Sol, hablar de gastronomía es hablar de cocinas de todos los rincones del mundo, que han venido a poner su grano de arena para hacer, más si cabe, de esta Costa un referente mundial de mezcla gastronómica.
Restaurante Calima de Dani García (Marbella)
“Sobre una base de tradición, verter sabores contrapuestos y singulares, agregar una cucharada de matices intensos, una pizca de talento y una ramita de innovación. Añadir a la mezcla texturas desconcertantes y espolvorear con ilusión?
La cocina de Dani García, con dos estrellas Michelín se basa en contrastes, pero a su vez rescata los sabores tradicionales de la cocina andaluza. Los contrastes de su recetario tradicional juegan con texturas, contraposición de sabores y oposiciones de frío-caliente.
En definitiva nos encontramos ante una brillantez culinaria que sabe aunar lo tradicional con la vanguardia más desconcertante, en contra de lo establecido.
Su concepto gastronómico se fundamenta en la tradición andaluza para proyectarse, a través de una sensibilidad muy lúdica y unas técnicas de última generación, hacia las vanguardias contemporáneas.
Su mayor virtud es la de experimentar con las técnicas más modernas y arriesgadas para, respetando el sabor tradicional del producto, ofrecer al comensal gustos y texturas verdaderamente únicos.
Orden y concierto. Desde el frío al fuego: acero y nitrógeno, caldos y reducciones. Tecnología avanzada aplicada a las viejas cocciones. Desde el interior al exterior. De quienes son a los que les visitan. La intimidad al descubierto. El espíritu hecho recetas. Encaje de bolillos.
Una fábrica donde se produce la magia del placer culinario, donde se crean las ilusiones que se remiten a los comensales: visto y no visto, nada por aquí, todo por allá.
Costa de la Luz
En la Costa de la Luz el disfrute no solo está en las playas, sino que se prolonga a su gastronomía, muy similar a la habitual en el Mediterráneo por su base de pescados y mariscos, pero muy auténtica al mismo tiempo por su sazón y su variedad sorprendente.
Restaurante Aponiente de ?ngel León (Puerto de Santa María)
Conocido como el chef del mar por la radicalidad de su propuesta gastronómica a través del restuarante Aponiente, con una estrella Michelín, ?ngel León es pionero en el uso culinario del plancton, los pescados de descarte, el queso salino o los embutidos marinos.
Con una capacidad innovadora incesante, una de las características de ?ngel León es disfrazar la comida del mar, como demuestran platos como la Recreación de callos a la madrileña desde alta mar (elaborados con atún), la Baila hecha tartar emulando el sabor del salchichón o las cañaillas cocinadas como caracoles morunos.
Una travesía en la que se rompen los esquemas de una cultura avanzada en el mundo del pescado como lo es la cocina mediterránea, haciendo vanguardia desde el perfecto instante en el que llevan a cabo el tratamiento del pescado basado en la tradición.
El cliente tiene dos opciones de menú: el Gran Menú, con 24 platos y 2 postres, a un precio de 120 euros y que se corresponde con el formato 2014 de ‘Mar de Sentimientos’; y el Menú Selección, con 15 recetas saladas y 2 dulces, por 95 euros.
Costa Blanca
Los pescados y mariscos de la bahía con la frutas y verduras de la cercana huerta, acompañados con los prestigiosos vinos de la tierra, componen el núcleo de una gastronomía sana y natural.
El plato más frecuente en la cocina alicantina es el arroz, cocinado en sus diferentes variantes.
El sabroso postre de la gastronomía alicantina aporta los turrones y helados de Jijona, uva, pasas y dátiles, tartas de almendras y pasteles de gloria.
Restaurante Quique Dacosta de Quique Dacosta (Alicante)
Quique Dacosta Restaurante es el reflejo de las ganas y el querer, apoyado en una tierra que nos nutre de las mejores materias primas y la mejor climatología, para poder hacer la mejor cocina del mundo, la mejor cocina de nuestro mundo.
Hoy su propuesta está asociada a vivir experiencias sensoriales, el trato personal, la hospitalidad y la de crear una atmósfera confortable para sus clientes y ellos mismos.
Tres estrellas en la prestigiosa Guía Michelin reconocen y avalan cada una de las líneas que Quique Dacosta ha creado en lo que va de su carrera profesional.
El carácter inquieto e innovador, la apuesta por la excelencia, por la investigación y el territorio, hace que su cocina se convierta hoy en uno de los epicentros gastronómicos del mundo de la vanguardia. Lo recibido de esta tierra y mar durante siglos, lo creado por sus gentes, es un soporte de confianza y entusiasmo para seguir por los senderos andados, para construir este nuevo mundo.
En este restaurante los clientes pueden encontrar dos menús: El «Universo local», compuesto por platos que se han consolidado en el tiempo y representan su bagaje en forma de tradición, evolución y vanguardia. Y el menú «Tomorrowland», el menú de Quique Dacosta 2014, donde da a conocer todas las innovaciones, su visión culinaria, su trabajo de investigación y su pasión por la creatividad. Ambos menús tienen un precio de 165 euros.
Costa Vasca
La gastronomía en el País Vasco es un arte y el buen hacer de sus cocineros es, desde hace mucho, reconocido internacionalmente. Gran parte de ese buen hacer está basado en el aprovechamiento de excelentes materias primas, donde la tierra y la costa vizcaína son excepcionalmente generosas.
El Mar Cantábrico surte las mesas de excelentes pescados, base importante de las recetas más conocidas, y en sus correspondientes temporadas, los productos de la tierra, muchos con Label Vasco de Calidad, son esperados por todos los aficionados a la buena cocina.
Restaurante Arzak de Juan Mari y Elena Arzak (San Sebastián)
Para definir la culinaria actual de Arzak, con tres estrellas Michelín, tendríamos necesariamente que referirnos a cinco factores que conforman sus señas de identidad. Es una cocina de autor, con personalidad muy concreta. Es una cocina de espíritu vasco, con raíces y sobre todo que parte de unos gustos, o idiosincrasia gustativa: manera de ser, en este caso, de comer de una colectividad, la vasca.
Otra faceta clave de su hacer culinario es el de la investigación, un factor muy importante del desarrollo en todas las facetas empresariales y por supuesto de las más creativas.
Por lo dicho, es una cocina de evolución. No una culinario que muere de éxito o que vive de las grandezas de una serie de fórmulas perfectas, sino que necesita estar constantemente avanzando.
Y ello, nos lleva al final de estas definiciones: Es una cocina de vanguardia, que no siendo clónica de otras culinarias punteras, no renuncia a nada, y menos a liderar junto con otros magníficos cocineros, la cocina vasca y la española, manteniéndolas en punto de lanza de la renovación permanente.
Costa de Galicia
La gastronomía es uno de los principales recursos turísticos de Galicia. La elevada calidad y variedad de los productos autóctonos es la base de la diversidad de manjares que se confeccionan y de los artículos que se sirven. Los productos, tanto del campo como de la cabaña y, sobre todo, del mar, tienen sus propias peculiaridades, entre las que prima la calidad.
Casa Marcelo de Marcelo Tejedor (Santiago de Compostela)
De restaurante gastronómico con estrella Michelin y menú degustación único se ha convertido en un espacio con tres ‘barras’, bajo una carta ideada para compartir, según el chef, “platillos y raciones a precios contenidos? de cocina gallega, japonesa, peruana, mexicana y oriental.
En la carta podemos encontrar recetas gallegas como ‘Un plato rico de bertons’ o el ‘Peixe’ asado y ahumado; y versiones de clásicos de Casa Marcelo como la Merluza de Celeiro y caldo de pimientos verdes o la Patata puerro, yema de huevo casero y tocino.
Entre la cocina japonesa, elaborada en directo, podemos encontrar varios nigiris (cigala, choco, lamprea guisada, anguila, entre otros), un temaki del día o una tartar de toro.
Pero también conviven los platos gallegos y japoneses con creaciones de inspiración mexicana, peruana o china.