Hace unos meses tuvimos la suerte de conocer a Gemma y Juan Carlos, ellos no querían una boda al uso, querían algo diferente, querían una boda- fiesta o mejor dicho una fiesta-boda.
Cuando les conocimos aún hacia frio, ni más ni menos que un 12 de diciembre, y costaba hacerse a la idea de ver nuestros jardines teñidos de blanco por una boda ibicenca. Sí, esa era su idea una boda ibicenca, desenfadada, en la que todos los invitados fuesen de color blanco, sin trajes incómodos, ni vestidos largos.
Así fue como el pasado sábado en Vara nos vestimos de blanco, llenamos todo de mantelerías blancas sobre colores fuertes para darle un toque alegre, nuestra zona de ceremonias también la vestimos de blanco, incluso la oficiante iba de este color.
Pusimos una mesa con aguas de sabores a la entrada de la ceremonia civil, con un toque muy playero y muy veraniego, donde los invitados a medida que iban llegando les servíamos la bebida y así hicimos más amena la espera de la novia.
Y por fin el gran momento, Juan Carlos llegó a la ceremonia y como era previsible estaba bastante nervioso y más tarde Gemma vestida de blanco con un pañuelo en la cabeza, un look totalmente ibicenco, hacía su entrada en el jardín Azalea, radiante con un ramo de rosas de colores que tenía un aspecto de lo más divertido.
La oficiante dio paso a una emotiva ceremonia, en la que algunos de los invitados entre ellos su hijo les dedicó unas palabras. Y una vez que la oficiante les deseo que fuesen muy muy felices, ahí empezó la fiesta.
Los invitados salieron de la zona de la ceremonia bailando y os prometemos que eso no estaba para nada preparado.
Les confeccionamos manualmente una cortina que diese paso a la zona del jardín indicada para la cena, a su vez esta cortina sirvió como photocall, durante todo el coctel.
El cóctel ya era una fiesta, los novios radiantes saludaban a los invitados y durante este rato la gente ya bailaba y cantaba, era una verdadera fiesta.
Y de ahí a la cena en la que los invitados nos pidieron unir mesas y así fue, juntamos las mesas de los compañeros de Gemma . Muchos de ellos corrían descalzos por el césped y otros tantos se subieron en las sillas al grito de ¡¡Vivan los novios!!
Y de la cena, al bonito momento de partir la tarta y de ahí a la barra libre en la que nuestro Dj siguió sus recomendaciones musicales al 100 % y eso ya fue la guinda del pastel, para que fuese un día totalmente perfecto.
Gracias Gemma y Juan Carlos por hacernos partícipes y confiar en nuestro saber hacer , en un día tan especial para vosotros, gracias por el reconocimiento de nuestro trabajo.
Os deseamos lo mejor.
Pd. Sabéis que estamos dispuestos a hacer realidad vuestras ideas por muy locas que parezcan, nos encanta participar en esas locuras.
Yo estuve en esa boda y doy fe de que fue una grandisima fiesta! Todo era precioso y cuidado con mucho mimo hasta el último detalle. Como el rinconcito de los papás q ya no están. Una boda espectacular sin duda e insuperable.
Quiero destacar la profesionalidad de los camareros, con especial cariño a David el metre, al q le doy las gracias por perseguirme con mis platos sin gluten para q comiera durante el aperitivo y estar atento toda la noche a mi comida.
Gracias por darnos una noche increíble y enhorabuena a todos los camareros por su trabajo y actitud pprque no dejaron de divertirse con nosotros (claro q nosotros estabamos continuamente vitoreandoles y haciendoles la ola 😉 )
Muchas gracias a ti Irene, para nosotros es un placer trabajar en eventos como este.
Hola yo estuve en esa boda soy la coñada de los novios y doy fe que todo lo que poneis es cierto.Pasamos una velada entrañable se respiraba Amor y romanticismo por cada rincón de los jardines . Y de los camareros Súper atentos nos dieron un servicio espectacular el menú todo buenísimo yo os pondría un 10 .En una palabra impresionante sin duda ninguna os recomendaría. ..Un salido y muchas gracias…. Elvira