¿A quién no le gusta un buen jamón? Y si es ibérico de bellota, mejor. Un producto gourmet y uno de los mayores tesoros de nuestra gastronomía, que podemos utilizar de diversas maneras: como entrante o como acompañamiento con melón o salmorejo, entre otros. A nosotros el que más nos gusta, el de Arturo Sánchez.
Esta empresa familiar cuentan con la mejor materia prima, y la elaboran artesanalmente con la máxima dedicación, mimo y cuidado de cada pieza. Además, han implantado controles de fabricación, calidad, controles sanitarios y de trazabilidad, que aseguran la elaboración óptima de sus productos bajo la D.O. Guijuelo, la Norma de Calidad del Ibérico y la normativa de calidad ISO 9001-2000.
Todos sus productos se curan en secaderos y bodegas naturales de Guijuelo, con los aires fríos de las sierras cercanas de Gredos y Béjar, controlando día a día esa curación con la apertura y cierre manual de las ventanas, permitiendo ese paso de aire de forma gradual para realizar una maduración lenta, y así conseguir que vayan adquiriendo ese sabor y aroma que los hace diferentes.
El jamón ibérico es un tipo de jamón que procede del cerdo de raza ibérica, y cuya producción requiere como mínimo un 50% de pureza de esta raza para poder denominarse así. Y dentro de todos los tipos, el de bellota es el que proviene del animal que en el período de montanera (engorde) se alimenta de bellotas y pastos.
Una duda que puede entrarnos a menudo es si estamos ante un auténtico jamón ibérico de bellota o ante una copia… ¿y cómo reconocerlo? Aquí os dejamos algunas pistas:
- Color de la pezuña. Ésta ha de ser negra y debe estar desgastada debido a la libertad de los cerdos.
- La textura de la grasa del jamón es lo que determina la alimentación que ha llevado el animal durante su vida. Si la grasa es suave al tacto y al presionar ésta se hunde fácilmente, estamos ante un jamón ibérico de bellota.
- El color de la grasa del jamón determinará el tiempo de curación y la calidad. Un jamón ibérico de bellota curado presenta su grasa con un color amarillo un poco oscuro, un tono oro.
- El peso normal de un jamón ibérico debe estar comprendido entre 6,5 y 8,5 kilos.
Y ahora, ¡a disfrutar de este manjar!